Fernando Sor o Ferran Sor i Muntades (Barcelona, 13 de febrero de 1778 – París, 10 de julio de 1839) fue un guitarrista y compositor español. El musicólogo francés Fétis le llamó el “Beethoven de la guitarra”.
Nació en el seno de una familia bastante acomodada, ya que Sor descendía de una larga línea de militares (su padre era ingeniero de caminos, y su abuelo, nacido en el sur de Francia, lo fue en el ejército Francés). Intentó continuar esa tradición militar, pero se apartó de ella cuando su padre le introdujo en la ópera italiana. Se enamoró de la música y abandonó la carrera militar. Junto a la ópera, su padre también le orientó hacia la guitarra cuando, por entonces, era poco más que un instrumento tocado en tabernas, tenido por inferior a los instrumentos de la orquesta.
Al morir su padre en 1789, su madre no pudo seguir financiando sus estudios y el abad de Montserrat, Joseph Arredondo, se ofrece a tomar al niño para estudiar gratuitamente en la Escolanía del Monasterio de Montserrat, próximo a Barcelona. El estudio allí giraba en torno a la música. Fue en este monasterio donde comenzó a escribir sus primeras piezas. Sin embargo sus profesores, sobre todo el padre Viola, no apreciaban la guitarra, y por tanto la formación de Sor para este instrumento es autodidacta, antes y después de su etapa en Montserrat.
En 1795 vuelve a Barcelona y empieza su carrera militar como subteniente bajo el General Vives en el ejército de Villafranca. El cargo le permite dar sus primeros conciertos de piano y guitarra y componer. En 1797 tuvo lugar en el Teatro de la Santa Cruz de Barcelona el estreno de su ópera Telémaco en la isla de Calipso.
En 1801 se traslada a Madrid, donde pretende acercarse a los círculos musicales de la Corte de Carlos IV y entrar en la Real Capilla o en la Real Cámara. No es bien acogido allí. Pero la XIII Duquesa de Alba lo acoge y protege en su círculo de artistas. Ésta muere poco después y es el Duque de Medinaceli quien le da un cargo de administrador de fincas en Barcelona, donde vuelve en 1802.
En 1808, cuando Napoleón Bonaparte invadió España, pasó a escribir música nacionalista para la guitarra, acompañada a menudo por letras patrióticas. Después de la derrota del ejército español, Sor aceptó un puesto administrativo en el gobierno de ocupación, bajo la monarquía de José Bonaparte. Fue Prefecto de Policía en Málaga en cuya catedral hay expuestas algunas de sus obras. Tras la expulsión de los franceses en 1813, Sor y muchos otros de los artistas, aristócratas e intelectuales más importantes de la época que habían colaborado con la monarquía de José Bonaparte abandonaron España por miedo a las represalias y por la estima que tenían a Francia por sus ideas avanzadas.
Si bien no hay constancia de su pertenencia a ninguna Logia, la afiliación de las personas que más le ayudaron en la época deja pensar que pudo ser masón, iniciado por sus amistades durante la ocupación Francesa de España. Se fue a París, y nunca volvió a su país de origen. En París hizo amistad con muchos músicos, entre ellos el también guitarrista español Dionisio Aguado, que marchó a París de 1825 a 1838, colaborando estrechamente e incluso conviviendo juntos durante un tiempo en el Hôtel Favart, que hoy sigue en pie y en funcionamiento. Compuso un dueto para los dos (Op.41, Les Deux Amis (los dos amigos) en el que una parte está marcada «Sor» y la otra «Aguado»).
Comenzó a ganar renombre entre la comunidad artística parisina por sus habilidades para la composición y para tocar la guitarra, e inició ocasionales viajes a través de Europa, obteniendo considerable fama y convirtiendo a la guitarra en un instrumento de concierto. Estuvo en Inglaterra en 1815 donde fue reconocido como compositor de óperas y ballets.
En 1823 viajó a Rusia, donde escribió y presentó exitosamente el ballet Hércules y Onfalia con motivo de la coronación del zar Nicolás I.
En 1825 un ballet suyo, Cenicienta, inaugura el teatro Bolshoi. La prima ballerina es su amante o mujer del momento: Felicité Hullin.
n 1827 se asentó y decidió vivir el resto de su vida en París. Esto es debido en parte a su edad madura y en parte a su pérdida de mecenazgo en Rusia, tras la muerte de la zarina madre Isabel. Durante esta etapa madura compuso muchas de sus mejores obras.
Los principales ingresos de un músico en la época de Sor eran los conciertos y la edición de partituras. Los conciertos se daban entre varios músicos en honor a uno de ellos y éste cobraba los honorarios. Esto se hacía de forma rotatoria por círculos de músicos afines y amigos. En cuanto a las partituras, publicadas por Jean Antoine Meissonnier, las piezas de Sor no eran precisamente vendibles a la masa de amateurs por su dificultad, y le exasperaba componer para amateurs poco esforzados. En cualquier caso acabó publicando piezas fáciles y evolutivas haciendo los mínimos sacrificios artísticos posibles.
El final de su vida es acomodado pese a la leyenda (compartida por muchos artistas románticos) de la muerte en el olvido y la miseria. El último concierto en su beneficio lo da el 24 de abril de 1836 junto con Aguado. Un testimonio sobre el final de su vida lo dan sus amigos Eusebio Font y Moresco y Jaume Batlle i Mir en un artículo de la Opinión Pública de Barcelona de enero de 1850. Sin embargo su hija Carolina, arpista y pintora, muere el 8 de junio de 1837.
Su última obra fue una misa en honor de ella. Esta muerte sumió al ya enfermo Sor en una seria depresión, y murió el 10 de julio 1839 de cáncer de la lengua.
Su tumba fue identificada en el Cementerio de Montmartre en los años treinta a iniciativa de Los Amigos de la Guitarra de París (André Verdier, Emilio Pujol y el danés Ostergaard entre otros). Fue restaurada para evitar la caducidad de 100 años de las concesiones que habría implicado el paso de los restos a una fosa común y la reutilización del nicho. Estaba enterrado en la tumba del noble español David del Castillo, amigo de Fernando Sor, cuya familia también huyó de España.
En 1936 hubo dos ceremonias para inaugurar la tumba restaurada: La primera por el Gobierno de la República y al poco por el gobierno del general Franco. De nuevo, en 1978, la tumba vuelve a estar en pésimo estado y es restaurada con el añadido de una escultura del canario afincado en Francia Ángel Peres. La tumba se puede seguir visitando en la división 24 del Cementerio de Montmartre; se puede ver fácilmente desde la avenida interna Samson.
Pese a haber nacido en Barcelona en la Calle Sant Pau (seguramente donde está el actual Liceo o muy cerca), no hay todavía una placa que lo recuerde. Sin embargo, en el carismático barrio de Gràcia, en el espacio conocido como La Salut -lo más selecto de la zona- existe la calle de Sors (Carrer de Sors, en catalán), dedicado al músico. Es una tranquila y bella calle paralela el Torrent de les Flors y que termina, en su parte superior, a menos de cinco minutos de la entrada principal del parque Güell.
Source: Wikipedia (Sor)
Idioma original: italiano
Traducciones al espanol y demás idiomas
serán añadidas posteriormente